martes, 7 de abril de 2009

“El éxito no es nacer con el pan bajo el brazo, es trabajar con mira a ello”

Perseverancia, esa es la cualidad que describe plenamente a Gloria Otiniano de Pando, mujer empresaria de 54 años de edad, madre y asistenta social de profesión que hace 10 años incursionó en el mercado con sus “Pannotis”. Hoy, sus panaderías, ubicadas en Jr. Atahualpa y Urb. El Recreo han alcanzado importante posición en el mercado trujillano y están próximas ha lograr el éxito en un nuevo rubro: el de cafeterías. Esta es la historia de una soñadora.

¿ A qué se dedicaba antes de inaugurar el primer Pannoti ?
Yo soy asistenta social de profesión, y gran parte de mi vida me dediqué a desempeñarme como tal, fueron 21 años que trabajé para distintas instituciones, al igual que mi esposo que es ingeniero industrial, hasta que se sintió una etapa de crisis económica en la familia y fueron 5 meses difíciles, fue allí que pensé en dedicar mi tiempo hacia algo que fuera mío e inaugurar un negocio que me asegure mejor solvencia económica.
¿En algún momento imagino la demanda que tendría?
No exactamente, pero sí pensaba en grande. Soy una persona que me gusta hacer las cosas bien y la clave para eso es la dedicación y la perseverancia que no se aprende de algún manual sólo hay que soñar para luego despertar y empezar a ejecutarlo. Nos iniciamos de muy bajo, con equipos de segunda porque no queríamos hacernos de muchas deudas, pero eso en ningún momento se convirtió en un obstáculo para seguir creciendo.
¿Fue fácil tomar la decisión?
Para nada, como todas las grandes decisiones en esta vida. Para empezar, mi esposo no estaba del todo de acuerdo en poner una panadería puesto que no sabíamos nada sobre eso, pero a mí fue lo primero que se me ocurrió, pensando que sería el pan de cada día y no tendríamos qué perder. Por otro lado, la inversión era bastante fuerte y mi esposo no quería correr ningún riesgo, fue una etapa en conflicto.
¿Es usted quien tiene la última palabra frente a su esposo?
Yo no diría la última palabra, respetamos mucho nuestras posiciones, cada situación que se presenta es conversada entre los dos, a veces discrepamos, no tenemos que pensar igual, pero teníamos la certeza que necesitábamos tener algo que sea nuestro y si no conocíamos de panaderías no conocíamos de nada mas, finalmente fue él quien un día me dijo vamos hacerlo y yo quede bastante sorprendida.
-¿Pero si tiene la última palabra dentro de Pannoti?
-Eso sí (risas). Panotti es un negocio familiar, lo pensamos así, para que llegue a ser una gran marca. Mi esposo y mis hijos están muy pendientes de lo que se requiera, somos muy responsables con eso, pero soy yo la responsable numero uno de que todo funcione en orden, desde que me levanto a las 6 de la mañana y me encargo de las gestiones internas hasta el trato con nuestros clientes amigos y quien, finalmente, toma plenamente las decisiones.
-¿Competir con panaderías que tienen mayor participación en el mercado le ha intimidado?
Me ha dado más fuerzas y ganas para mejorar mis productos y el servicio que brindamos a diario. Si no hay competencia no tienes cómo demostrar que estás creciendo y mejorando. Este rubro está muy copado en Trujillo, no sólo hay que estar pendiente del grande sino también del pequeño. En algún momento, sí me intimidé porque nadie invierte para perder, pero si no arriesgas no puedes saber si eres bueno.
-¿Cuál es el truco para elevar ventas dentro de un rubro muy copado?
-Por sobre todo la calidad del producto, no abaratamos costos, no es del todo cierto decir hay que ajustar costos para obtener productividad, nuestros insumos son muy cuidados para que el resultado sea bueno, y es el caso de nuestros pasteles y sándwiches, que son preparados de tal manera que no pierden ese sabor casero, en los detalles está el gusto y también en la amabilidad y buen servicio, la mayoría de nuestros clientes mantienen una familiaridad con mis colaboradores, que son atendidos como amigos nuestros.
-¿Si tuviera la oportunidad de volver a elegir el rubro de su negocio, sería el mismo?
-Si me preguntaras esto a la hora que me levanto definitivamente lo cambio (risas). Bueno quizá hubiera puesto algo que tenga relación con los regalitos, las manualidades, pinturas, dibujos, esas cositas novedosas que se venden, yo soy una persona muy detallista, me parece la esencia de todas las cosas pero, no lo sé, es una idea que se me ocurre, lo mío ahora son las panaderías y no me arrepiento de nada.
-Es una mujer ocupada, ¿hay tiempo para sus hijos, su esposo?
-Para todo hay tiempo, yo me levanto seis de la mañana y voy al mismo gimnasio que voy hace seis años, me gusta mantenerme saludable, regreso a casa a desayunar con mis hijos, mi esposo, y a partir de ello, empiezan mis faenas, hay facturas, proveedores que atender, hasta bocaditos que terminar y mi hija me ayuda en eso, mi labor no sólo es de supervisión, también soy parte del equipo de colaboradores.
-¿Hasta el día de hoy, considera que eres una mujer exitosa?
-Lo soy, por la familia que tengo, por mi esposo, mis hijos, mis colaboradores, y por haberme establecido objetivos y haberlos cumplido, he logrado cubrir las demandas de un mercado muy competitivo y he aprendido mucho de ello. Para mí el éxito no es nacer con el pan bajo el brazo, es trabajar con mira a ello, ver todas las alternativas de trabajo, elegir una y concretarla, no existen los retos fáciles, existe la gente perseverante y sacrificada.
-Debe ser de las mujeres que para nada creen que la mujer es el sexo débil
-No, el machismo debe quedar en la época cavernaria, ahora son otros tiempos, otras tendencias. Para mí no hay sexo débil, hay personas débiles. Es muy cierto que hay actividades que una mujer no va a desempeñarse al igual que un hombre por el hecho de que nuestra estructura física es muy diferente, pero no por eso somos el sexo débil, en todo caso sería que detrás de todo gran hombre hay una mujer estratega (risas).
-¿Cuánto ha cambiado Gloria desde que tiene a cargo tremenda responsabilidad?
-Me ha hecho más humana, colaboro con obras de corte social y, además, existe una relación amistosa con todos mis colaboradores, algunos siguen cursos en universidades, institutos, y son como una familia para mí, soy flexible con la disponibilidad de tiempo que manejan y partidaria del diálogo y no los gritos, es por eso que la mayoría de ellos siguen conmigo desde hace 10 años cuando inauguramos el primer Panotti.
-¿Qué obras de corte social son esas?
-Para la Navidad, dono bizcochos para algunas instituciones como el asilo de ancianos y algunos clubes de madres que no pueden financiarlo, pero no comparto la idea de dar limosna a los que tienen todas las fuerzas para seguir y entran a la panadería a pedir. En una oportunidad, lo hice, pero la gente se malacostumbra, no hay que regalar pescado, hay que enseñar a pescar dice el dicho popular y para mí tiene toda la razón.
-¿Cuál es el logro máximo de Gloria?
-Mi familia, que mis hijos lleguen a ser tan perseverantes como sus padres, que se planteen sus propios objetivos e ir en busca de ellos porque nada es fácil en ésta vida, hay que luchar, perseverar. Estoy convencida que tengo una gran familia y tanto yo como ellos trabajamos para mantenernos útiles y unidos.
-¿Cuál es el logro máximo de Panotti?
-Acaparar más clientela, crecer como panadería, crecer como marca y por ahora trabajar más en torno a la cafetería que hemos empezado desde febrero de este año y que irá creciendo porque estamos trabajando en torno a ello. Todos los días Don Panotti recomienda un sándwich y una bebida, para variar el menú y así la gente pueda saborear la calidad de nuestros pasteles, sándwiches y bebidas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario