lunes, 18 de mayo de 2009

Historias detrás de caramelos




Las cuadras seis y siete del Jr. Pizarro, la calle más glamurosa del centro histórico de Trujillo, la más revestida de centros comerciales y cafeterías, donde a menudo se dibujan sonrisas buscando el perfume más vanguardista o disfrutando una tarde en compañía de una carta a la altura de la ocasión, es sin embargo, una vía de esperanza para otros, donde después de refinar gargantas cumbieras en las combis, los clásicos caramelos de limón o cocorocos se ofertan pensando en el pan de ese día.

Se trata de madres e hijos, los que hacen alarde al rol de comerciantes, comerciantes sin un mostrador sanitizado, comerciantes de la calle, los que aprendieron a sumar y restar por necesidad, los que soportan indiferencias y neblinas hasta que el último cocoroco sea vendido, los mismos que se les retuerce el estómago cada vez que miran al gentío saborear su último bocado en un lugar cálido.

Princesa Llusco tiene 18 años en el rostro y un bebe de 11 meses en los brazos. Viste una blusa celeste abotonada hasta el cuello, cubierta de una chompa azul de lana y una falda pintoresca, típica de su natal Namora, situado en Cajamarca. Tiene una mirada desconcertada, como si el frio le congelara el pensamiento, y con una voz temblorosa me pide comprarle sus caramelos “Si no como, no me sale leche” se escucha a una Princesa preocupada.

Princesa no hace honor a su nombre, no imagina siquiera como es la vida de la realeza. A sus 18 años de edad, solo sabe dar vuelto hasta de 2 soles y del padre de su pequeña no recuerda más que su nombre. Su caso es como el de muchos en la ciudad, que abandonaron la cotidianeidad de sus días en la siembra, porque alguien les dijo que en la capital o en las ciudades costeras se podría ganar mucho dinero, y si que se podía, pero ella rechazó la indecente oferta.

En el Perú, la población se encuentra distribuida irregularmente; se aprecia una gran concentración poblacional en las zonas urbanas, principalmente en la costa, y en algunas localidades de la sierra; y una despoblación en las zonas rurales, tanto de la costa, sierra y selva. Así se tiene que el 52% de la población vive en la costa, el 35% en la sierra y el 13% en la selva. Las cuatro ciudades más pobladas son Lima, Arequipa, Trujillo y Chiclayo.

Los principales factores que motivan la realización de movimientos migratorios pueden ser clasificados en: naturales y humanos. Entre los factores naturales podemos señalar los huaycos, terremotos, sequías, lluvias torrenciales, etc. Mientras que, entre los factores humanos destacan las guerras, el terrorismo, la falta de trabajo, estudio, entre otros.

En Trujillo, los movimientos migratorios tienen un desplazamiento de este a oeste y se deben, principalmente, a factores humanos, el creer que migrando para la costa se realizarán todos los sueños, se conseguirá un buen trabajo, se tendrá dinero.

Y era también el pensamiento de Genoveva, una mujer de 36 años, pero que su rostro fatigado reflejan más años. Ella nos cuenta que su estadía en Trujillo no fue muy grata, no era como lo pensaba desde Huaylillas, en su natal Huamachuco. Con dos hijos al lado, Genoveva, no repara el vender caramelos a la gente que transita a diario por el Jr. Pizarro, y muchas veces tiene que pelear con algunos policías municipales o con los vigilantes de “las grandes tiendas”

Las grandes tiendas es como ella lo llama, donde hay “teles”, radios, “chicas flacas” luciendo la ropa de temporada de una Saga Falabella. “Yo espero que vengan a comprar y luego me apoyen, si tienen plata para comprar, también tendrán para mis caramelos” replica mientras cuenta sus monedas.
Genoveva salió de Huaylillas, tierra donde se dedicaba a las labores de su casa, sus padres eran campesinos y ella ya tenía al pequeño Bécker en el vientre. Cuando le pregunto por qué llamó Bécker al niño, ella me dice: “Así se llamaba mi ternero, yo lo cuidaba mucho hasta que se nos fue, después de mi barriga nació mi hijo y me gustaba mucho ese nombre”

Aquí nada tiene que ver la influencia del romanticismo, relegado quedó el poeta y narrador español, Genoveva no sabe si quiera que existió, pero sí recuerda con cariño al ternero que le regaló su madre, nombre que ella misma le puso y ella no sabe por qué, pero sabe con exactitud por qué el nombre de su segundo hijo, “el otro se me llama Brayan, como el gringo que nos visito y nos trajo comida”.

"El gringo" que los visitó y les trajo comida. En busca de personas así, vino a Trujillo, en busca de un seguro de vida para sus dos menores hijos, pues ella es una madre abandonada: abandonada por el marido, abandonada por la indiferencia. Ella pensaba encontrar a un Trujillo diferente, un Trujillo que le de trabajo de empleada doméstica, un Trujillo donde hayan personas como “el gringo” que una vez llego a su retirado Huaylillas, llevando comida y unas biblias.

Pese a eso, Genoveva es fuerte. Al terminar de vender se dirige a su casa, muchas veces a pie, para ahorrar dice ella, camina hasta el Alto Trujillo, empollerada de los pies a la cabeza, de la mano de Bécker y Brayan. Algunas veces los recoge Ramón, un vecino que vende agua y recoge desperdicios en su triciclo. “Cuando pasa Ramón ya nos ahorra caminar hasta allasaso”.
Otro punto que provocó las migraciones en la zona costera fue el terrorismo. La aparición de movimientos subversivos en la sierra peruana durante la década del 80, que pretendían conseguir el poder a través de métodos violentos, hizo que numerosas familias campesinas abandonen sus chacras y viviendas por temor a ser asesinadas. Y fue el caso de Genoveva.

Le pregunto por qué no regresa a su Huaylillas, me dice con ojos acongojados que no puede, sus padres están muertos y terroristas se apoderaron de sus sembríos y de su casa. Ella tiene que salir adelante sola, sin sus padres, y sin su marido, que la abandonó cuando se enteró que Brayan ya pataleaba en su vientre.

No poco importante es el caso de Ever, un niño de tan sólo seis años, que también es un comerciante del Jr.Pizarro. Ever vive con sus padres, tiene hermanos mayores y menores que él, pero nadie asiste al colegio porque tienen la obligación moral de salir a trabajar, pues a sus padres no les alcanza vender sólo una bolsa de caramelos.

En casa tienen que alimentarse ocho personas, incluyendo él y sus hermanos. Me cuenta que en una oportunidad fue al colegio pero al regresar a casa sólo había caramelos para comer, entonces se sacó pronto el uniforme y decidió no ir más al colegio, sino vender al lado de sus padres y hermanos.

“Primero voy a trabajar para sacar para mis útiles y mi comida” dice Ever. Cuánto tienes ahorrado, le pregunto. “Aun nada pero ya voy a tener” me dice con una mirada esperanzada. Y es que Ever aun no ha conseguido ahorrar algo, y tal vez no lo conseguirá, pues la prioridad ahora es que a sus hermanos menores, no les falte el quaquer, y por sobre todo, la comida de todos los días.

Atención: A Ever, nadie lo obliga a trabajar, es él por cuenta propia que lo hace, desde que se dio cuenta que no había para su comida y la de sus hermanos, es una obligación moral que lo ata a comercializar sus caramelos, y tengo que decirlo pues yo también tengo una obligación moral con él. “No digas que me pegan si no salgo a vender”, no te preocupes Ever, no lo diré.

Estas son las historias de gente, en algunos casos, mucho más fuerte que nosotros, gente que sueña con pocos céntimos en los bolsillos, gente que ha olvidado la comodidad del hogar, y que tiene por prioridad el sobrevivir.

domingo, 17 de mayo de 2009

“La adaptación es la clave para vivir bien”


Vivir en un país extranjero implica sacrificio, perseverancia y deseo de superación. Muchas veces se tiene que dejar lo propio para convivir en una sociedad totalmente diferente a la nuestra, empezando por las costumbres y el idioma. Algunos flaquean en el camino y son víctimas de marginación y en el peor de los casos, el racismo. Pero otros, dejan de lado temores y complejos con puerta abierta a la adaptación y el cambio. Y es el caso de Leonardo Gálvez(31), trujillano, quién dejo suelo Peruano y es actualmente gerente de diseño gráfico y publicidad de una reconocida empresa en Seattle, USA. A continuación la historia de un triunfador.

1. ¿Cómo llegaste a Estados Unidos?
Yo siempre quise vivir en Estados Unidos, estudiar allá, y cuando cumplí 16 años fui de turista, a pasar mis vacaciones con unos tíos que vivían en Florida, la pasé muy bien hasta que me dio apendicitis y me tuvieron que operar allá. Mi familia en Trujillo se preocupó mucho y mis papás viajaron a verme. Yo me recuperé y como estábamos todos allá pasamos unas bonitas vacaciones juntos.

2. ¿Cuánto tiempo te quedaste en Florida?
Sólo fueron mi vacaciones, un total de tres meses, luego regresé a Trujillo para estudiar la universidad. Estudie en la UPN, aproximadamente 2 años, la carrera de Administración de Empresas, pero mis ganas por estudiar fuera del país eran más fuertes. Logré ingresar a Kean University, en New Yersey, después de dar rigurosos exámenes y eso me sirvió para aplicar la visa de estudiante.

3. ¿Siempre viviste en casa de tus tíos?
No porque yo había ingresado a una universidad en New Yersey, el año 1998, así que tenía que encontrar un lugar donde vivir en esa ciudad. No tenía familia allá, tampoco amigos, sólo a una amiga de mi mamá que vivía en una ciudad llamada Elizabeth, ella me apoyo durante toda mi carrera, tratándome como un miembro más de la familia, y hasta ahora somos grandes amigos.

4. ¿Qué estudiaste en Kean University y cual fue tu experiencia?
En kean University me gradué en bussines management and marketing science, osea ciencias de administración y marketing de negocios, traducido al español. La experiencia fue excelente, interactuar con profesores y alumnos de diferentes nacionalidades y culturas enriquecieron mucho mi aprender diario, además la investigación y la alta tecnología y que ofrecía la universidad, hicieron de mi un profesional competitivo.

5. ¿En qué se diferencia la educación en Perú y la educación en Estados Unidos?
Aparte de la infraestructura y tecnología, el alumno está más centrado en la investigación y la práctica, no es un escuchar, escribir e ir a las casas a estudiar lo que se escribió, sino, se trabaja en base a casos de estudio y muchas veces son casos reales donde se puede utilizar nuestros conocimientos para solucionar situaciones. Los alumnos mayormente estudian en universidades a partir de los 20 años en promedio, es por eso que hay mayor madurez, se preocupan más por estudiar y no sólo a pasarla.


6. ¿Cuál fue tu primer trabajo?
Fue un trabajo muy pesado, de limpieza, en una tienda gigantezca que vendía muebles llamada IKEA. Yo limpiaba los muebles y los salones en un tiempo determinado, era muy agotador, me cansaba muy rápido, y como no podía hacerlo me dijeron que mejor me busque otro trabajo (risas). Así lo hice y conseguí uno mejor, en ventas, en una tienda por departamentos, llamada SHOPPERS WORLD donde poco a poco escalé y llegué a ser gerente de diferentes áreas durante todo el tiempo que estudiaba en la universidad.

7. ¿Qué extrañas de Trujillo?
Lo primero, mi familia, es que siempre fuimos muy unidos, son tantos años que estamos separados y me da nostalgia, no obstante siempre estamos en comunicación aunque sea por teléfono, o internet. También a mis mejores amigos que siempre frecuentaba cuando estaba en Trujillo, algunos de la UPN, otros del colegio, y además extraño las calles de Trujillo, Pizarro, por ejemplo, me gustaba caminar por allí, comer en Asturias o cualquier restaurante bonito.

8. ¿Quiénes eran tus amigos en Trujillo?
Tengo muchos amigos, muchos de ellos ya no tienen comunicación conmigo pero cuando voy a Trujillo de todas maneras los veo. Mis tres mejores amigos son : Julio García, Abelardo Sánchez Povis y Claudia Ruíz, a ellos los conozco desde que éramos chibolos, en la época del colegio y es con ellos que siempre mantenemos comunicación, vía msn y teléfono.

9. ¿Qué recuerdas de tu barrio?
Son mayormente recuerdos de infancia, por ejemplo recuerdo mi casa, mis amigos, los juegos que hacíamos de niños como mata gente, encantados, ladrones y policías, y lo que más me gustaba era jugar a las escondidas (risas). También recuerdo cuando era Hallowen o Navidad y salíamos en caravana con todos mis amigos del barrio, a pedir caramelos y a cantar villancicos.

10.¿Cuál era tu barrio?
Yo vivía en San Salvador pero todos mis amigos estaban en mi antiguo barrio, San Nicolás, donde era la casa de mis abuelos. Yo pasaba la mayor parte de mi tiempo allí porque viví una buena temporada en esa casa, hice grandes amistades allí, nos reuníamos siempre y fue por eso queno tenía muchos amigos en San Salvador.


11. ¿Quiénes son tus amigos en Estados Unidos?
Aquí tengo muchos amigos, de diferentes nacionalidades, todos me llaman Leo. Mi mejor amiga es peruana, se llama Jessy Alva, ella también es Trujilllana y es casada con Kevin, un amigo norteamericano. Mi otra gran amiga es Yelmi, la hermana de Jessy, Amaru, que es Ecuatoriano, y Daniel, que es español . Ellos conforman mi grupo más cercano de amigos aquí.

12. ¿A qué te dedicas ahora?
Ahora me dedico al negocio de la publicidad, tanto impresa como virtual, trabajo en una compañía de publicidad llamada AD MEDIA , que tiene a cargo varias cuentas de empresas de dealers (venta de autos al por mayor), inmobiliarias y otros. Yo dirijo dos de las tres revistas que se publican, y también estoy a cargo del desarrollo web de algunos de nuestros clientes.
Negrita
13. ¿Te afecto la crisis?
Claro que sí, como a todos aquí en Estados Unidos, incluso tuve que pasar un mes en stand by, es decir esperando a que se mejore la situación en AD MEDIA para volver a trabajar porque las ventas cayeron notablemente. Muchos compañeros fueron despedidos y hasta ahora no consiguen otro empleo, son casos muy lamentables. Gracias a Dios yo volví a trabajar, la situación mejoró en mi compañía y yo regresé, aunque aún no estamos igual que antes.

14. ¿Dónde vives actualmente?
Ahora vivo en Downtown, Seattle, en una pintoresca villa llamada The Village. Es un bonito complejo de departamentos donde tenemos una piscina y un pequeño mini gimnasio, aunque yo prefiero ir a un gimnasio que está cinco cuadras de aquí (risas)

15. ¿Te has sentido alguna vez marginado?
No, y creo que es porque me identifico mucho con el prototipo americano, me siento un americano más y tengo amistades que me hacen sentir bien, no he tenido problemas con ellos. La mayoría de peruanos que vienen acá solo se juntan entre peruanos o latinos y muchas veces viven conforme a sus costumbres sin pensar que es otra sociedad, donde la adaptación es la clave para vivir bien. Otro punto es el idioma, yo domino el inglés a la perfección y eso también me ha ayudado.

16. ¿Con quiénes vives en Trujillo?
En Trujillo esta mi familia, cuando estoy allá me quedo en la casa de mis padres o de mis tías, porque mi vida está en estados unidos, yo vivo con un amigo en un departamento, y si estoy en Trujillo solo es de visita.

17. ¿Piensas regresar a Trujillo?
He regresado a Trujillo en varias oportunidades, así que seguramente el otro año estaré dándome unas vacaciones por allá, visitando mi país, mi ciudad, mi familia y amigos. Tengo unas ganas de comerme un buen lomito saltado que no es lo mismo comerlo acá. En Perú la comida es exquisita y es un mérito que se está reconociendo aquí.